¿Nos queda alguna duda de que nuestra forma de vida es insostenible?
En el caso de los residuos, sólo se recicla o reutiliza una mínima parte, todo lo demás acaba en vertederos que en el mejor de los casos es controlado. Una forma efectiva de reciclaje es recuperar materiales aprovechables para realizar un nuevo producto, este modo eficiente de actuar utilizando estos materiales conlleva toda una serie de ventajas ambientales que da como resultado una solución global íntegra: se reduce el gasto de material, residuos, energía, ahorros en costes, diferenciación de los productos...
Uno de esos materiales es el cartón corrugado, ampliamente usado para cualquier actividad, sobre todo en envase y embalaje, por lo tanto es un material disponible y sobre todo fácil de trabajar. El precursor indiscutible en el diseño de productos con uso de este material es Frank O.Gehry, un arquitecto cuya intención inicial fue crear un producto ecológico y económico, aunque debido al éxito inmediato de su serie Easy Edges de 1972 provocó que el precio se disparase, después, siguió su actividad con este material con el propósito de explorar las posibilidades que le ofrecía.
Frank O.Gehry |
El proyecto
El producto es un sillón bajo de relax que está realizado en cartón corrugado recuperado, se trata de un sillón que tiene una altura inferior a la de otros sillones o asientos más comunes, esto lo hace ideal sobre todo para ver televisión, jugar con videoconsolas, leer... ya que además su asiento y respaldo están reclinados para dar mayor comodidad y bienestar.
El proyecto se inspira en los principios del reciclaje y en las posibilidades que ofrece este material, en este caso se ha aprovechado varias cajas de cartón corrugado doble. Además del reciclaje y la experimentación con el material para realizar una estructura estable, la clave del proyecto estaba en disponer o lograr un contorno ergonómico del sillón adaptado a la anatomía del cuerpo en las zonas críticas del asiento y respaldo.
Por último, los diseñadores debemos tener presente desde el inicio de cualquier proyecto esa expresión tan en boga llamada desarrollo sostenible, que fue definida en 1987 por la Comisión Mundial sobre el Medioambiente y Desarrollo, como un desarrollo que "satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas propias".